top of page
Buscar

Seis gráficas que explican el momento actual de Pemex

La apuesta del sexenio ha sido clara y no ha cambiado: la estatal Pemex se ha enmarcado como la prioridad de la administración federal en búsqueda de traer de vuelta la bonanza petrolera de hace más de una década, como parte de un plan mayor que involucra obtener los recursos suficientes para financiar las inversiones del gobierno y los programas sociales. Pero los datos reportados arrojan un avance lento y que distan de las metas planteadas al inicio del sexenio: lejos han quedado algunos objetivos, como el de producir 2.6 millones de barriles en el 2024. Te presentamos seis gráficas para conocer la situación actual de la petrolera:


Una producción estable, pero que no repunta La caída de los grandes campos Condensados para subir la producción


El argumento principal en el discurso presidencial sobre la petrolera se basa en que su gobierno ha logrado, después de mucho, estabilizar la producción de crudo. Los datos oficiales reflejan un freno a la caída que se había dado de manera continua desde 2004.


Pero un aumento en la producción aún está lejano y la meta de 2 millones de barriles para el final del sexenio –la última que se ha dado para la petrolera– aún continúa lejana. Los analistas basan la explicación de la caída en la producción de la compañía en dos grandes factores: una baja en la inversión en exploración, para encontrar nuevos y grandes campos productores de petróleo y un declive en los grandes activos de la estatal. El ejemplo más emblemático es Ku-Maloob-Zaap, un activo productor de petróleo pesado en el Golfo de México.


El conjunto de campos ya atraviesa una etapa de declinación natural y la estatal aún no tiene nuevos activos que compensen su producción. En 2013 el activo aportaba el 70% de la producción nacional, una década después sólo engloba el 30%. La compañía ha encontrado en los condensados, hidrocarburos muy ligeros, la clave para no bajar más su producción. Pemex obtiene los condensados de dos activos clave, Quesqui e Ixachi. Los campos compensan la caída de otras ubicaciones.


La estatal ha crecido en más de 10 veces la producción de condensados durante el sexenio: a inicios de 2019 producía poco más de 20,000 barriles diarios de este hidrocarburo, en enero pasado –el último dato disponible– la cifra ya fue de 285,000 barriles diarios. Pero mientras esto pasa, la producción de otros hidrocarburos, como el petróleo pesado, va a la baja. Los condensados ya son alrededor del 20% de la producción total de Pemex.


La producción de las compañías privadas La apuesta por la refinación Una pesada deuda difícil de reducir


Las petroleras privadas que ganaron un contrato en las rondas del sexenio pasado avanzan a paso lento. Los datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos indican que las empresas ya han rebasado la barrera de 100,000 barriles diarios, pero el aumento en este indicador aún continúa de manera lenta y aún representan menos del 10% de la producción nacional. La estrategia ha incluido un fuerte empuje a las refinerías. Pemex ha destinado una parte importante de su presupuesto al mantenimiento del sistema de refinación, a la adquisición de la refinería Deer Park –en la que la estatal ya tenía una participación desde hace casi 30 años– y en la construcción de Dos Bocas, en Tabasco.


Dentro de ello, también ha aumentado la actividad en las seis refinerías que operan en el país. Pero no ha logrado la meta de un millón que se presupuestó para ser cumplida a finales de 2019 y se anunció una nueva: hacia finales de este año los seis complejos procesarán, según la secretaria Rocío Nahle, 1.2 millones de barriles al día. A medida que la producción bajó, la estatal acumuló una gran deuda como parte de la falta de flujo de efectivo que tuvo para cubrir sus principales actividades. La compañía alcanzó su monto máximo de deuda en 2020, con más de 113,000 millones de dólares.


El gobierno federal ha aportado grandes cantidades para ayudarla a cubrir sus amortizaciones, pero la baja en el saldo total ha sido lenta y Pemex continúa siendo la petrolera más endeudada del mundo.

Comments


bottom of page