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Precampañas presidenciales, sin pena ni gloria para el electorado

Hasta hoy los esfuerzos de los precandidatos no han sido sustanciales. De acuerdo con una encuesta de Parametría -para Proceso-, el ciudadano promedio no sabe cuándo son las elecciones, Sheinbaum sigue en la punta y si bien más gente conoce a Xóchitl, no ha cambiado su imagen sobre ella (negativa)


Una de las preguntas más relevantes en cada proceso electoral es ¿cuánto las campañas de partidos y candidatos terminan modificando las preferencias del ciudadano? De allí que las mediciones al principio y al final de una elección pasan a ser relevantes. A juzgar por los números obtenidos en una evaluación de las precampañas, éstas no parecen haber tenido un efecto sustancial hasta ahora.


Para que una campaña electoral tenga efecto requiere de ser visible. Hasta el mes de diciembre pasado, el elector promedio todavía no estaba muy interesado en la próxima elección de junio. No estar enterado de la fecha de la elección es un indicador de sus bajos niveles de atención en el proceso. Sólo 4 por ciento de la población sabe con precisión la fecha de la elección. Otro 16 por ciento sabe que será en junio. Casi uno de cada cuatro sabe que será en 2024 (23 por ciento), y el resto de la ciudadanía cree que será en otra fecha (12 por ciento) o declara de manera abierta no saber (45 por ciento).


Una forma básica de clasificar procesos electorales es dividirlos en aquellos donde hay una alteración sustancial de las preferencias, o incluso de ganador, y aquellos donde no pasa nada y la elección termina con los mismos números de como empezó. Ahora bien, en el primer caso tenemos elecciones que se cierran y son más competidas o elecciones en las que se abre la brecha entre el ganador y sus oponentes.


En lo que va de este siglo, todas las elecciones presidenciales habían tendido a cerrarse, salvo la última. Ésta fue por mucho una sorpresa para la mayor parte de los analistas. Por ello es fundamental observar las campañas electorales y sus posibles efectos o estrategias.


Ahora bien, el hecho de que un elector no cambie en un corto plazo, no significa necesariamente que no cambiará a lo largo de la elección o con el acumulado de lo que pase en los siguientes días, poco menos de 5 meses. Es decir, las campañas a veces tienen efecto en puntos de inflexión o con acontecimientos que pueden pasar incluso en el periodo de intercampaña.

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