Sandra Torres, la ex primera dama que busca por tercera vez ganar la presidencia de Guatemala, cerró el viernes su campaña electoral con la promesa de entregar ayuda social y advertencias sobre un eventual resultado adverso.
Torres se alió al oficialismo, a exmilitares vinculados con la guerra civil (1960-1996), a iglesias evangélicas y a los partidos políticos que perdieron en la primera ronda de junio para alcanzar su objetivo. Cientos de alcaldes oficialistas le han manifestado su apoyo para la segunda vuelta que disputará el domingo con el candidato de izquierda Bernardo Arévalo.
“Hoy más que nunca hemos dejado a un lado nuestras banderas políticas, hemos dejado a un lado nuestros colores partidarios para trabajar por la unidad de nuestro país, por la unidad de Guatemala”, dijo en referencia a sus alianzas. Agregó que Guatemala es un país pobre pero que eso cambiará en su gobierno.
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